martes, 17 de junio de 2008

+*+Ookiku Furikabutte +*+

La historia no situa en la prefectura de Saitama, donde conoceremos a Mihashi Ren, un fan del béisbol que viene de ser pitcher en su escuela secundaria, la Mihoshi. Sin embargo no tardamos en descubrir que pese a que en su anterior equipo era considerado el ace del equipo (el mejor jugador), todo era fruto de un enchufe al ser su abuelo el director de la escuela. Eso le trajo a Mihashi muchos problemas con sus compañeros de equipo, los cuales le odiaban por ser mal pitcher y encima ser el ace por enchufe.

En el Nishiura no tiene intención de entrar al equipo, y es que los años que pasó en secundaria bajo las miradas de odio y amenazas de sus compañeros le han mermado mucho su confianza en si mismo, y piensa que nunca llegaría a ser pitcher aunque se presentara.

El caracter retraído y llorón de Mihashi tendrá que hacerse un lado ante la apabullante Momoe Maria, mánager del recién constituido club de béisbol del Nishiura, que prácticamente le obliga a unirse al equipo. Si a eso le sumamos que es el único pitcher a la vista, la presión puede con Mihashi, pero la ilusión de ser por una vez el pitcher del equipo le llama bastante…

La fauna del Nishiura es muy variopinta, pero sin duda el principal percusor de lo que será la vida de Mihashi en el Nishiura es Abe-kun, el catcher del equipo. Su caracter manipulador y calculador hará todo lo posible por intentar que Mihashi gane confianza en si mismo para que no abandone el equipo. Para Abe, Mihashi es el pitcher perfecto: un control de la bola insuperable (pese a su falta de potencia) y hace exactamente lo que le dice. Es su pase para llegar al Koshien (la liga nacional juvenil de béisbol).

La vida de Mihashi se cruzará con la del resto del equipo, que en general forman un conjunto bastante equilibrado y sólido en el cual tenemos muestras de toda clase de personas.


Web: http://www.elrincondelmanga.com/foro/showthread.php?t=74168

domingo, 1 de junio de 2008

Historia +*+ Silent Hill 4: The Room +*+

Hace dos años que Henry Townshend se mudó al apartamento '302' de South Ashfield Heights, un edificio de apartamentos de Ashfield, una ciudad de tamaño medio. Henry era feliz y disfrutaba de su nueva vida... Pero algo extraño había ocurrido hacía cinco días. Desde entonces, Henry tenía el mismo sueño cada noche... Y una cosa más... Misteriosamente, Henry no podía abandonar el apartamento...

En el sueño, su apartamento era oscuro y herrumbroso, lleno de óxido y sangre. El aire era denso y pesado. ¿Era realmente su apartamento? Con dificultad, caminaba hacia el salón. Allí todo estaba oscuro. Las puertas, las ventanas... Todo parecía herméticamente cerrado. Y en la pared del fondo... ¿una cara? Un rostro. Al acercarse, algo ocurría: el rostro empezaba a extenderse como una mancha por la pared. Y, poco a poco, algo sale de allí, un ser... un hombre que extiende su mano hacia Henry... quejumbroso... y finalmente, se desploma sobre él.

Henry habría deseado que todo hubiera sido un sueño. Pero no era así. Al despertar, aunque su apartamento no era el que se mostraba en sus sueños, parecía una tumba, un sarcófago del que no podía salir. Las ventanas estaban bloqueadas. Y lo peor de todo: la puerta principal había aparecido cerrada con llaves que impedían el paso. ¿Quién le habria puesto llave a su apartamento? Sea como fuere, Henry no podía salir de allí, y por mucho que golpeara o gritara, por mucho ruido que hiciera, nadie parecía oírle.

Al cabo de muy poco, algo sorprendente ocurrió: en el baño apareció un enorme agujero. Cuando Henry oye el ruido va a verlo y se encuentra con el percal. Extrañado, decide colarse por él. Allí comienza su aventura por múltiples dimensiones, yendo a parar al primer mundo: el mundo del metro. Henry identifica este lugar como la parada de metro de Ashfield que pasa por el apartamento, y que tantas veces ha visitado. Sin embargo, no parece haber nadie... ¿O sí? Una atractiva mujer se sorprende al verle. Se trata de Cynthia Velasquez, una mujer que intenta seducir a Henry para que le ayude a salir de allí, alegando que ese mundo es un sueño suyo. "Si no es un sueño, entonces, ¿qué es?", le dice a Henry. A partir de ese momento, Cynthia se une a nosotros.

Durante los mundos que visita Henry, vamos hallando túneles en las paredes que nos permiten regresar a nuestro apartamento. Allí, por el momento, nuestra energía se restituye. Podemos, además, ir mirando por la mirilla de la puerta si los vecinos se pasean por allí, o incluso detrás de la cómoda del comedor, observar a nuestra vecina, Eileen Galvin. Henry se pregunta continuamente si aquella pesadilla tendrá algún fin, y qué significará todo.

En el mundo del metro, Cynthia desaparece. Cuando regresamos del primer túnel que encontramos (vías que, por cierto, sólo puede utilizar Henry), ella se ha marchado. Por los altavoces de la estación nos advierte que alguien viene a por ella, y nos pide ayuda. Nos iremos encontrando por el camino todo tipo de monstruos, desde los míticos perros descarnados hasta entes que salen de las paredes. Y algo nuevo en Silent Hill: fantasmas. Los fantasmas son inmortales, únicamente podemos golpearlos para dejarlos temporalmente fuera de combate, pero reviven, causando jaqueca a Henry y consumiéndonos vida. Podemos entender que estas víctimas son fantasmas atrapados en estos escenarios, y que el poder que nos está transportando de dimensión en dimensión los materializa en nuestro mundo.

Cuando Henry llega a la salida de la estación, Cynthia ha sido brutalmente asesinada. Con sangre por todas partes, Henry observa unos números en el pecho de la mujer: 16121. Confundido, Henry es devuelto a su apartamento. Allí, la noticia de la muerte de una mujer joven se nos revela a través de nuestra radio del comedor que, por cierto, estaba estropeada. Allí, dos policías hablan acerca de los números del pecho de la mujer. Éstos les recuerdan otro caso de asesinato en serie que nunca llegó a revelarse. Henry no se da por vencido: incapacitado aún para abandonar el apartamente, vuelve a introducirse por el agujero del lavabo, esta vez yendo a parar a un sitio completamente distinto: un bosque.

Henry acaba de llegar a Silent Hill. Está en el bosque que rodea el orfanato de Wish House, donde se crió Alessa Gillespie y Claudia Wolf, y que ya se mencionó en un artículo encontrado por Heather en Silent Hill 3. Allí, Henry se topa con un chico apocado y tartamundo, Jasper Gein. Dice cosas extrañas, aunque habla de un tipo fisgón que le hizo preguntas y que parece merodear por ahí. Está al lado de una piedra que, según dice, adoraban hace mucho tiempo. Henry explorará el lugar, encontrando referencias de que el culto de Silent Hill estuvo allí en otro tiempo. El lugar parece abandonado. Hemos de entender que tras Silent Hill 3, el culto de Sammael abandonó sus lugares habituales para buscar otros nuevos. Wish House, el orfanato, era uno de esos sitios. De hecho, Henry encontrará una nota de Claudia Wolf (Silent Hill 3) preguntando al detective que contrató (Douglas Curtland) si había encontrado a la chica (Heather). Allí sólo queda el eco de un rumor... y los gritos del joven Jasper al morir quemado, misteriosamente. Henry, que contempla este macabro suceso, ve cómo Jasper se graba a sangre unos números en el pecho antes de morir...

Todos los escenarios que vamos visitando tienen que ver, o han tenido que ver, con Silent Hill. Cuando Henry visita el mundo de la prisión acuática, se da cuenta de que esta construcción circular estaba vinculada al culto de Sammael, y que muy posiblemente muchos de los niños que educaban iban a parar a este sitio de dolor y muerte. Pero, ¿qué tiene que ver Silent Hill con un apartamento de South Ashfield, a medio día de distancia el uno del otro? La relación se encuentra en un nombre: Walter Sullivan, que es mencionado encerrado en la prisión.

Para los que jugaron a Silent Hill 2 y leyeron todas las notas, este personaje ya se menciona en un recorte de periódico que James encuentra en la basura de los apartamentos Woodside. Walter Sullivan había asesinado a dos hermanos de forma brutal. Lo atraparon y, en la cárcel, se suicidó. Pero algo ocurrió: tiempo después de su muerte, siguieron suciendo otros asesinatos con el mismo modus operandi: a las víctimas les era arrancado el corazón. La policía pensó en posibles imitadores (copycat). Nunca encontraron al culpable. Cynthia Velasquez, Jasper Gein... y todos los personajes que iremos encontrando, van siendo víctimas de Walter Sullivan, que está muerto, sí, pero vivo en su propio mundo de pesadilla.